miércoles, 22 de julio de 2009

De Lizalde a Schulenburg


La tarde era magnífica, como los domingos inigualables, aunque quizá la hora no era la propicia para el vino, no pude resistirme y mucho menos despreciar al mesero.

Hacía ya tiempo que no me sentía tan desenfadado, sorbía el vino sin prisa mientras intentaba romper el hielo con la dama de los cigarros y esperar el momento exacto para dejar de beber y disfrutar de un cigarrillo, el cual iba gentilmente a pedir, lo que hubiera pasado si no hubiera seguido la broma y hacerme pasar como trabajador del IMER, pero la sonrisa cómplice fue irresistible, lo cuál no inmuto al personaje, que me extendió su queja sobre la forma de zopilotear al personaje homenajeado, en éste caso a Eduardo Lizalde.

El buen Andrés entonces me explica acerca de los zopilotes, creaciones para la televisión de la que al parecer el sabe mucho, remembranzas de la vida de algún personaje y que salen casi al momento de que han dejado éste mundo, me explica mientras contemplo la extraña belleza de Citlali, o acaso su escote y mientras siento que la dama de los cigarrillos se aparta, pero que más da, lo de los zopilotes estaba interesante, prosigue Andrés que estos ya están hechos, así me dice, Chabelo tiene el suyo, Jacobo ¿Zabludovsky? También y empezamos a intercambiar opiniones sobre el verdadero sentido del homenaje; para él, el trato que se le dio al evento por parte del IMER parecía más un intento de zopilote, que un merecido homenaje por recibir la medalla de Bellas Artes.

Zopilotear rara manera de verbalizar los sustantivos, viene a mi mente mientras me despierto al otro día con la noticia sobre la verdadera Gunajuatización, aunque creo que nadie entendió bien a bien que quiso decir Germán en realidad, triste actuar de los políticos que una vez ya metida la pata en lugar de aceptar el error prosiguen en la idiotez y así Guanajuato presume de mantener a 52% de la población en la pobreza y a 20% en la pobreza alimentaria, según el Universal del 20 de julio de 2009. Mientras me pregunto como sería si quisiéramos exportar el chilango power a los rincones del planeta, o de México de pérdida y salen verbos como: DFralizar, aDFiar, aDFear, DFcar o DFender.

A la vez que también me enteró de la muerte del ex abad de la Basílica, Guillermo Schulenburg, por desgracia no pude constatar la teoría de Andrés, sobre los zopilotes o quizá el caso no fue del interés de Televisa, siendo que el buen entonces abad, propicio al parecer la aceleración de la santificación de Juan Diego, que nos trajo un santo criollo, al negar o poner en duda su existencia histórica y vino con ello toda una intención de reafirmación de nuestro culto guadalupano, al parecer con todo y virgencitas Kitsh para adorno de autos.

Vaya paradoja, para Ernesto de la Peña, Lizalde es notable por la forma de dar significados al lenguaje y a la realidad desde una vertiente metafísica, en dotarla de símbolos.

Por un lado el mitificador a través del lenguaje, por otro, el desmitificador, el de la certeza histórica antes de la irracional fe, "hombre de fe, no de necedad" diría Gonzáles de Alba.

¿Cuál visión ha de ser la correcta? Por que el mundo ha dejado de tener significado, me inclino por el mito, sin olvidar que hay una realidad delirante y enferma, no creo que debamos dejar ninguna. El tigre ha de proseguir.



Al parecer en el IMER necesitan un experto en medios especificamente en radio.

sábado, 18 de julio de 2009

...de regresos...

No creo en los regresos espectaculares, ni en las vueltas repentinas del destino, quizá mi pesimismo, mi falta de apetito, sé de las consecuencias y he de aceptarlas. De las ruinas es difícil ya sacar algo, aun así en ocasiones es posible desearlo aunque sea la frustración lo que al final prevalezca, la que bien describe Albert Camus, en el monólogo interior de Meursault antes de ser ejecutado.

“Lo que ahora me interesa es escapar a la mecánica, saber si lo inevitable puede tener una salida” “… no sé cuántas veces me he preguntado si había ejemplos de condenados a muerte que hubiesen escapado al mecanismo implacable, desaparecido antes de la ejecución, roto los cordones de agentes.”

“Que, al menos en un caso, la rueda se había detenido, que en esa premeditación insoportable, el azar y la fortuna una vez tan sólo habían cambiado algo. ¡Una vez! En un sentido creo que eso me hubiera bastado. Mi corazón habría hecho lo demás. Los periódicos hablaban con frecuencia de una deuda contraída con la sociedad. Era necesario, según ellos, pagarla. Pero eso no habla a la imaginación. Lo que importaba era una posibilidad de evasión, un salto fuera del implacable rito, una loca carrera que ofreciese todas las vías de la esperanza. Por supuesto, la esperanza era ser abatido en la esquina de una calle, en plena huida, de un tiro al vuelo. Pero considerándolo bien, nada me permitía ese lujo, todo me lo negaba, y volvía a ser presa de la mecánica.”

La muerte aquí será el evento que lo saque tanto al él de su indiferencia ante el mundo como del mundo ante él.

A veces los gritos de odio son un aliciente, desgraciadamente es improbable volver atrás, cambiar las cosas.

No hay añoranza de un tiempo pasado, pues no es melancólico lo que explica los regresos y no es a partir de ahí que habría que entenderlo si no a partir del tedio.

El tedio se define, en primer término, en virtud del presente, o mejor: el tedio no posee ni pasado ni futuro, en tanto que la melancolía se caracteriza por la añoranza de un tiempo pasado (o posiblemente de un futuro que esperamos se produzca)

En su libro La repetición Kierkegaard sostiene que el melancólico es aquel que vive en la rememoración, es decir, alguien que reproduce retrocediendo, mientras que “la verdadera reproducción tiene lugar hacia delante” “la auténtica reproducción es trascendencia” para Kierkegaad, que conduce hacia la felicidad.

Por el contrario el tedio es inmanencia pura, siguiendo con Kierkegaad, afirma que o bien la reproducción es imposible, o la vida se descompone en material vacío, sin contenido.

No se puede negar que vivimos llenas de afecciones y sí que podemos recobrar alguna, es el caso de la magdalena mojada en el té de: En busca del tiempo perdido. Vol. I, Por el camino de Swann de Proust. Aunque en este sentido escribe:

“Y así sucede también con nuestro pasado. Es trabajo perdido intentar evocarlo, todos los esfuerzos de nuestra inteligencia resultan inútiles. Está oculto fuera de su dominio y de su ámbito, en algún objeto material (en la impresión sensorial que dicho objeto podría proporcionarnos) que ni siquiera sospechamos. El que encontremos o no dicho objeto antes de morir, depende del azar”

Así, sin previo aviso, mediante una evocación involuntaria, una afección del pasado puede despertar en nosotros.

Podemos esperar largo tiempo, un instante que no llegará jamás, es así con los personajes de Beckett, los cuales van adquiriendo una perdida de sentido y de una ausencia de metafísica que no es capaz de dar sentido alguno. Solo existe el tiempo, demasiado tiempo, en un universo en el que nada sucede. Se puede evitar la espera del instante; sin embargo es una ambición que se resiste a cumplirse del todo:

“Querría, el llamado espíritu que desde hace ya tanto tiempo ha perdido toda capacidad de querer. El mal llamado espíritu. Por el mal llamado instante. A fuerza de querer tanto tiempo, todo querer arrebatado. Querer largo tiempo en vano. Y seguiría queriendo. Vagamente, en vano, seguiría queriendo. Más vagamente aún. Vagamente, vanamente, querría que el querer fuese el minímo. Mínimo de querer imposible de minimizar. El vano mínimo de seguir queriendo, imposible de apaciguar.

Querer que todo desaparezca. Que desaparezca la falta de claridad. Que desaparezca el vacío. Que desaparezca el querer. Querer en vano que querer en vano desaparezca”

Difícilmente podría entenderse como una decisión el perder, la decisión fue difícil, no fue cuestión de ego, sería muy pretensioso verlo desde esa perspectiva. Simplemente no había que regalar, aún no hay mucho que ofrecer, es mejor alejarse, al no encontrar armonía ¿salida fácil? De ninguna manera.

No cabe los perdones, las disculpas o los arrepentimientos, no siento ni pido nada de ello, simplemente las notas vuelven a ser dulces.

La nave vuelve a zarpar…


Te soñé desnuda antes de la evocación, presagio enternecedor, en el sueño no era yo quien se llenara de esa desnudez, no creo en los presagios del sueño, pero fue así.

martes, 14 de julio de 2009

...consecuencias...

Estoy resuelto a hacer frente a las consecuencias de mis actos....
tú eres una de ellas.

Acepto mi responsabilidad.

No fue mas que el tedio,
el insoportable
nada

Cuestión de prospectiva

Me había estado negando a eso de la reflexión post y pre- proceso electoral de 2009, pero ¡hay por Dios! ¿Un politólogo evadiendo eso? Algo debe de estar mal en mi cabeza.
Recordando los dias en la Carrera, en la FCPyS, quise de cierta manera revivir las mesas de debate en que se convertian en éstos dias los salones de clase, escuchando toda sarta de ocurrencias y frases sacadas del noticiario matutino de algunos para impresionar al estudiantado ignorante, adoptando una posición seria como si de lo dicho ahí fuera a transformarse una realidad tan ajena a nosotros, un poco cambiando la actitud, pues en serio que me daba una flojera participar, he de agregar estas líneas, haber si de aquí sale algo fructífero, aunque en verdad me da igual y solo por que de cierta manera me siento incerto en esta marea partidista, lo que puede explicar en algo mi desidia de escribir al respecto.
Empezando por un deseo de volver algún día a la Facultad y encontrarme a áquella profesora que puso un ocho en un trabajo de prospectiva a un equipo improvisado y sumamente desorganizado al cual pertenecia, aunque a la vuelta de los años todo lo expuesto se ha cumplido si no de forma puntual si en lo general, aludo esa calificación a la miopía de la profesora cuyo nombre por el bien de ella he olvidado, pero que quizá su pro-lopezobradorismo la alejo de una calificación objetiva, simplemente por que dicho trabajo señalaba la falta de trascendencia del FAP, aunque no por ello de la izquierda hoy al parecer vacia de argumentos y en tremenda crisis, cosa que ya había expuesto en otro ejercicio igual de prospectiva, cuya redacción quizá era para el olvido, pero hoy me daría pie para una discusión con Carlos Gallegos o su adjunto Lalo. Sí, así lo dije hace cuatro años, el PRD está ante una grave crisis, en áquellos momentos aún no visible por el efecto embriagador AMLO.
Como tal, también he de confesar errores de perspectiva, pues yo decía que el 2006 era el regreso del PRI, cuyo regreso era menos contundente en áquel 2003 y que hoy los anulistas parecen haber contribuido, cosa más falsa, aunque he de estar en contra de ese ego que de pronto tuvieron los del Voto en Blanco, como si de repente fueran de otra estirpe, ingenuidad pensar que de ello se podía desprender algo, hoy como se ve el debate esta en otra parte y los anulistas como tal han sido anulados.
En alguna ocasión si bien no fui ferreo defensor del voto en blanco, si lo veía como una opción, la cual hice patente en 2006, exacto en esas, aunque nunca pensé en armar un movimiento siendo que en áquellos años la política estaba igual de vacia que hoy y al contrario de éste movimiento no fue en lo general, solo lo hice para las candidaturas de presidente, para las demás si hice un ejercicio conciensudo, eso creo. Aún recuerdo cuando en una clase de inglés el profesor muy interesado levanto una pequeña encuesta y preguntó por quién votaría cada uno y su expresión al decirle que anularía el voto "solo para la de presidente", al instante la interrogación -¿En protesta?- y bueno aunque no lo había pensado así, le dije que sí, aunque en verdad mi intención no era la de protestar ¿Contra qué? simplemente se me hacían muy malos los candidatos, punto.
Pero no, anuladores del voto, no es culpa suya el regreso del PRI y si así fuera hay que aceptar las consecuencias, ni modo.
Pero para áquellos que la cruda fue de tal magnitud, he de decirles que NO, el PRI no ha de regresar y ante ello que comiencen las apuestas.
Aunque he de pronosticar un efecto Peña Nieto, una reproducción del tipo diría Sabato, con peinadito, flequito y todo.

Islas a la deriva

Esther Seligson

El yo es, por definición, puro silencio interior.
Teilhard de Chardin

I
Yo soy mi propio mar
el barco en que navego
el puerto la escala
el adiós el encuentro
el viaje el trayecto
no hay errancia
sólo un perpetuo zarpar.
También soy mi propia isla.

En oleadas
mi tristeza anega
a esa otra isla
que es mi hijo
la sepulta sin piedad
en su lodo negro
y no le da pausa
mi tristeza
es un banco de langostas
sobre el desamparo de esa isla
y no me da pausa
el espejo que devuelve
en oleadas el negro lodo

Apelo a tu silencio
que hable su callado mutismo
surco vacío
donde cae mi voz
estela funeraria...


II
Era el mar donde las almas
agua glauca
húmedas de luz
donde el amor
donde la espera raíz de Vida
hojas del Árbol invisible
y tú desnud@
niñ@ absort@ de pie
entre las aguas

Era el mar donde las almas
donde la Luz
agua preñada
suave el viento
suave el murmullo
y yo
entre la multitud mariposa danzante

Era el mar preludio
donde las almas fuego
almas aire
donde la tierra fértil
almas agua brotes de rama
geografía concéntrica
agua glauca
pulsátil Voz de la divina existencia...