Me había estado negando a eso de la reflexión post y pre- proceso electoral de 2009, pero ¡hay por Dios! ¿Un politólogo evadiendo eso? Algo debe de estar mal en mi cabeza.
Recordando los dias en la Carrera, en la FCPyS, quise de cierta manera revivir las mesas de debate en que se convertian en éstos dias los salones de clase, escuchando toda sarta de ocurrencias y frases sacadas del noticiario matutino de algunos para impresionar al estudiantado ignorante, adoptando una posición seria como si de lo dicho ahí fuera a transformarse una realidad tan ajena a nosotros, un poco cambiando la actitud, pues en serio que me daba una flojera participar, he de agregar estas líneas, haber si de aquí sale algo fructífero, aunque en verdad me da igual y solo por que de cierta manera me siento incerto en esta marea partidista, lo que puede explicar en algo mi desidia de escribir al respecto.
Empezando por un deseo de volver algún día a la Facultad y encontrarme a áquella profesora que puso un ocho en un trabajo de prospectiva a un equipo improvisado y sumamente desorganizado al cual pertenecia, aunque a la vuelta de los años todo lo expuesto se ha cumplido si no de forma puntual si en lo general, aludo esa calificación a la miopía de la profesora cuyo nombre por el bien de ella he olvidado, pero que quizá su pro-lopezobradorismo la alejo de una calificación objetiva, simplemente por que dicho trabajo señalaba la falta de trascendencia del FAP, aunque no por ello de la izquierda hoy al parecer vacia de argumentos y en tremenda crisis, cosa que ya había expuesto en otro ejercicio igual de prospectiva, cuya redacción quizá era para el olvido, pero hoy me daría pie para una discusión con Carlos Gallegos o su adjunto Lalo. Sí, así lo dije hace cuatro años, el PRD está ante una grave crisis, en áquellos momentos aún no visible por el efecto embriagador AMLO.
Como tal, también he de confesar errores de perspectiva, pues yo decía que el 2006 era el regreso del PRI, cuyo regreso era menos contundente en áquel 2003 y que hoy los anulistas parecen haber contribuido, cosa más falsa, aunque he de estar en contra de ese ego que de pronto tuvieron los del Voto en Blanco, como si de repente fueran de otra estirpe, ingenuidad pensar que de ello se podía desprender algo, hoy como se ve el debate esta en otra parte y los anulistas como tal han sido anulados.
En alguna ocasión si bien no fui ferreo defensor del voto en blanco, si lo veía como una opción, la cual hice patente en 2006, exacto en esas, aunque nunca pensé en armar un movimiento siendo que en áquellos años la política estaba igual de vacia que hoy y al contrario de éste movimiento no fue en lo general, solo lo hice para las candidaturas de presidente, para las demás si hice un ejercicio conciensudo, eso creo. Aún recuerdo cuando en una clase de inglés el profesor muy interesado levanto una pequeña encuesta y preguntó por quién votaría cada uno y su expresión al decirle que anularía el voto "solo para la de presidente", al instante la interrogación -¿En protesta?- y bueno aunque no lo había pensado así, le dije que sí, aunque en verdad mi intención no era la de protestar ¿Contra qué? simplemente se me hacían muy malos los candidatos, punto.
Pero no, anuladores del voto, no es culpa suya el regreso del PRI y si así fuera hay que aceptar las consecuencias, ni modo.
Pero para áquellos que la cruda fue de tal magnitud, he de decirles que NO, el PRI no ha de regresar y ante ello que comiencen las apuestas.
Aunque he de pronosticar un efecto Peña Nieto, una reproducción del tipo diría Sabato, con peinadito, flequito y todo.
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