martes, 16 de junio de 2009

UNAM: del Príncipe de Asturias al Che Guevara

Razones

Jorge Fernández Menéndez

La Universidad Nacional Autónoma de México es un microcosmos (ni tan micro), una suerte de laboratorio social de nuestro país: en ella se dan cita lo mejor y lo peor, las contradicciones sociales y las posibilidades enormes de nuestra sociedad; la rigurosidad y la impunidad; los funcionarios y los académicos más talentosos y eficientes y los grillos más nefastos de la política nacional. Con sus 300 mil estudiantes, sus decenas de miles de trabajadores y académicos, en la UNAM hay espacio para todo y para todos.

Que la Universidad Nacional haya sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias, sólo puede llenar de orgullo a la comunidad universitaria y a la sociedad, que realiza un esfuerzo enorme por financiar, mantener, sostener el trabajo de ésa y de todas las universidades públicas. En lo personal no le debo todo, pero sí mucho de lo mejor de mi vida a la Universidad Nacional y siempre estaré en deuda con ella. Por eso mismo me fascina la UNAM de la rigurosidad, de la investigación, de la imaginación política y cultural, de la rebeldía con objetivos, del campus envidiable, de los jóvenes que por esa vía aspiran a labrarse su futuro. Las autoridades, incluido el rector José Narro,representan dignamente mucho de esa universidad.

Pero esa UNAM, que es la que recibió el Príncipe de Asturias, sufre cada vez que se topa con patanes como los que la tuvieron cerrada durante un año y que desde entonces tienen tomado el auditorio Justo Sierra, ahora denominado Che Guevara, para convertirlo, no en un símbolo, legítimo o no, de rebeldía y de búsqueda de nuevos caminos u opciones sino, lisa y llanamente, de suciedad y abandono, que sirve para alimentar a grupos delincuenciales. Son los mismos que mantienen los puestos de vendedores ambulantes y los grupos clientelares, los que se dedican al narcomenudeo en las islas y que castigan a la Universidad y sus integrantes en forma cotidiana.

La Universidad pudo renacer de las cenizas de la huelga de 99 porque dio una muestra de inteligencia y tolerancia, también porque pudo ser firme y deshacerse de algunos de sus enemigos internos. Es verdad: no se puede pretender gobernar a la UNAM como si fuera una ínsula en el país, pero tampoco puede asimilarse como un reflejo de la impunidad. Y, en ocasiones, la autonomía (que debe servir para cultivar la imaginación, la libertad, establecer objetivos propios en todos los terrenos, sin la intromisión de los grupos de poder o del Estado) termina siendo un sinónimo, para esos grupos, de extraterritorialidad que daña la imagen y la operación de la máxima casa de estudios. Si la UNAM es un microcosmos de la sociedad y del país, el abuso en la autonomía y, por ende, de esa suerte de extraterritorialidad, se asemeja al fuero del que gozan quienes han sido electos funcionarios públicos y que protege, no la libertad y el accionar político, sino otorga una suerte de patente de corso para realizar cualquier actividad lícita o ilícita. O a las zonas indígenas regidas por sus usos y costumbres que pasan en tantas ocasiones de una defensa legítima de la identidad a convertirlos en un instrumento de la discriminación y la ilegalidad.

No hay términos absolutos en estos temas y eso es comprensible, pero lo que debe haber son reglas del juego más claras. La UNAM tiene muchos enemigos, dentro y fuera, incluso entre quienes se presentan como sus amigos. Puedo comprender que quizá no se puedan impedir las actividades de las FARC en el campus, pero resulta incomprensible que el Consejo Universitario reivindique la figura de una estudiante que simplemente estaba cometiendo un delito y participando en una organización que el mismo país y el mismo gobierno que ahora le otorga el Premio Príncipe de Asturias, considera un grupo terrorista y ligado al narcotráfico.

La batalla de la Universidad pasa por lograr mantener el nivel de calidad académica que el país requiere de sus universidades públicas. Sólo así podrá seguir siendo el trampolín social que fue y en muchos terrenos continúa siéndolo. Hay quienes quieren masificarla (en el sentido de que pierda uno de sus principales atributos, la fortaleza de sus grupos de estudiantes y académicos de élite) y convertirla en un receptáculo de jóvenes sin trabajo. Hay quienes esperan que la UNAM se debilite para fortalecerla desde opciones académicas privadas de dudosa o nula calidad, hasta escuelas de origen político cuestionable (como la llamada Universidad de la Ciudad de México, una de las menos serias inversiones públicas del lopezobradorismo).

Yo no sé si por la raza puede hablar el espíritu, pero sí que, en una nación multicultural, con un espíritu que transita por demasiados recovecos y en muchas ocasiones es ciclotímico, necesitamos una Universidad Nacional fuerte, inteligente, plural y tolerante, pero que no parezca indolente ni permisiva contra quienes aspiran a destruirla. La Universidad del Premio Príncipe de Asturias se debe imponer a la de los secuestradores del auditorio Che Guevara o Justo Sierra, el nombre es lo de menos.

Luz sin fuerza

Acabo de leer la columna de Germán Dehesa sobre sus penurias con el servicio eléctrico en la capital del país y no deja de ser reconfortante (es una forma de decirlo) saber que somos muchos los que sufrimos de sus deficiencias. Hace algunas semanas mi recibo de luz llegó por más de 23 mil pesos (una cantidad que crece geométricamente cada dos meses) y la única opción ha sido pagarlo para seguir contando con el servicio. El único problema es que el servicio eléctrico se suspende un día sí y el otro también. Y lo hace con golpes de energía que terminan fundiendo todo tipo de equipos eléctricos. No se trata de buena o mala voluntad, que hay de ambas en funcionarios y trabajadores, se trata de asumir que el servicio y la empresa están lejos de las exigencias mínimas de la Ciudad de México.

Que la Universidad Nacional haya sido galardonada sólo puede llenar de orgullo a la comunidad universitaria y a la sociedad.



Mi destino no es la tierra sino el mar.














¿Ama el náufrago la tabla a la que tan firmemente se aferra?
F. Hebbel


A que sabiduría la del velero, no oponer resistencia y dejarse llevar por el curso del viento. A que destreza del navegante, la de ser uno con el viento.

Vuelvo al mar y sus aguas me arrojan respuestas, pensamientos y aunque la tranquilidad ofrecida es engañoza, disfruto de la brisa cálida y de la singularidad de cada ola.
Así, las metáforas de Hebbel adquieren nuevos significados; hago un repaso de lo que fué y lo que ahora será, acaso tabla o embarcación. No encuentro respuesta.
Gran error del navegante no saber el estado del mar, quizá por que para él ha dejado de tener significado, quizá por que ignora otro, simplemente poco importa si empeora o mejora.
En su distracción olvido la brújula o simplemente quiere viajar sin ella.
No cabe otra premisa más que la de arriesgarse.
¿Ahora qué significará?
Poco importa, poco importa también llegar a buen puerto, mi destino no es la tierra sino el mar.

viernes, 12 de junio de 2009

...de Migración...


Hernán Vega Burgos, renunció a su cargo como delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Yucatán, tras las indagatorias en su contra por la presunta comisión de diversos delitos.



“¡Ése es! ¡Él es Hernán!”, gritó la costarricense Raquel Ivannia Canales Acevedo, apuntando al delegado de Migración Hernán Vega Burgos. Sucedió el miércoles pasado en un cubículo de la Agencia XIX del Ministerio Público en Mérida, Yucatán. Ella y otras cuatro jóvenes dicen que fueron obligadas a prostituirse con él y con deportistas, empresarios y otros altos funcionarios. Nos advierten fuentes en México y en Yucatán que Vega Burgos es sólo la punta del iceberg; que hay datos para afirmar que operaba con la anuencia de otras autoridades y a niveles más altos. Hay un eslabón perdido: Keisy Johann González Corrales, la madame, quien enganchaba a las jóvenes. Está desaparecida y se teme por su vida: sabe demasiado. Nos dicen que pudieron facilitar su salida del país, así como se facilitaba la llegada de mujeres para explotarlas. El último contacto que se tuvo con Keisy fue hace dos días. Llamó a la redacción del periódico Por Esto!, autor de la investigación que abrió el drenaje. Dijo ser de Monterrey, Nuevo León. ¿Hasta dónde llegará esta vergonzosa red de explotación sexual? ¿Qué sucede en el Instituto Nacional de Migración? Sabemos que José Felipe Puelles, delegado del organismo en Oaxaca, fue enviado a Yucatán junto con otros funcionarios de control y verificación para tomar las riendas de la sede estatal.

Hay más datos que pueden ayudar a dar con la prófuga y que podrían, además, aclarar hasta dónde llegó la red de prostitución… si es que hay voluntad para hacerlo. Keysi Johann era la encargada de traficar mujeres de Costa Rica a Yucatán, nos dicen. Nacida en Central Alajuela, Costa Rica, el 13 de noviembre de 1970, tiene la cédula de identidad 204640379, con fecha de vencimiento el 17 de febrero de 2019. Keysi radicaba en Mérida desde hace algunos años, pero viaja con frecuencia a su país natal. Era conocida en Migración. Iba a saludar a Hernán Vega Burgos y, de paso, a ofrecerle “servicios”, según datos recabados por el diario Por Esto!. La explotación sexual de mujeres desamparadas desde una dependencia federal parece algo serio. ¿Hasta dónde llegará la investigación?





lunes, 8 de junio de 2009

...de virus...









Alejandro Rossi (Florencia 1932-Ciudad de México 2009)

"Yo pienso, con angustia y banalidad, que la vida se escapa. Se escaba por rendijas que no son ni el tiempo ni la escandalosa muerte. Tiempo y muerte huelen a sacristía, a metefísica oscura y campanuda."


"Celebro la ceguera que nos permite ignorar la imprevista noticia, celebro la agnosia que me abre paso hacia un posible hallazgo, celebro encontrarme, sin el menor presagio, frente a un rostro insuperable."



sábado, 6 de junio de 2009

Las 10 mejores frases de Kung Fu (El Universal 5 de junio de 2009)

1. Se ha dicho que un sacerdote Shao-lin puede atravesar las paredes; si lo buscan, nadie lo encuentra; si lo escuchan, nadie lo oye; si lo tocan, nadie lo palpa. Tu pisada debe ser corta, como si estuvieras pisando papel de arroz. Este papel de arroz es la prueba, frágil como las alas de la libélula. Cuando puedas recorrer su longitud sin dejar rastro, habrás aprendido.


2. Hay acciones que no se pueden añadir o quitar, a veces la única opción es no hacer nada, lo que ha de pasar, pasará.


3. A veces hay que cortar un dedo para salvar una mano.


4. No soy un mestizo, ni un chino, soy Kwai Chan Kane.

5. Aquello que no sepas, la práctica te lo solucionará rápidamente.


6. No es una deshonra perder si has buscado ganar.


7. Maestro, si hay dos caminos, uno a la derecha y otro a la izquierda, ¿cual sabré yo que me llevará a mi destino?
—No importa cuál camino escojas, el de la derecha o el de la izquierda, cualquiera te llevará a tu destino.


8. ¿No es mejor verte a ti mismo con sinceridad a querer verte como te ven los otros?

9. Un Shao-lin nunca lucha a muerte si no es inevitable.

10. El hombre que actúa con perseverancia, a la larga acaba encontrándose.

...de David Carradine (1936-2009)


Lo encontré hace ya más de diez años en mi televisor, protagonizaba una serie donde el kung-fu era el eje. No era el típico guerrero megamamado recetando madrazos, quizá todo lo contrario, pero su figura ya gastada derrochaba serenidad, los pasos siempre lentos, tranquilos y sin prisa contravenian a lo que se pudiera esperar de una serie donde los golpes son el principal ingrediente.
No encontré al gurú, la serie acabó sin la mayor trascendencia, no es que no fuera importante, pero las enseñanzas orientales ya me inquietaban desde unos años atrás, aunque faltaría mucho para el tao, así, no encontré nada nuevo, solo entretenimiento por las noches, aunque la figura de Carradine persistió.
Lo re-encontré años después a partir del ojo de Tarantino, si bien más cruel, la serenidad persistía y la figura avejentada que descubrí años atrás permanecía radiante.
No veo la necesidad de conseguir sus series, o sus películas mal logradas en México, volver a ver Kill Bill, lo que siempre es un placer; esa figura siempre persistirá no importando el empaque en que se me presente.
Así puedo imaginar la escena a partir de lo leído en los diarios, no veo la necesidad de buscar imágenes por la red, he oído varias especulaciones sobre las causas de la muerte, sobre prácticas sexuales que pudo llevar a cabo. Sin embargo sé que aún allí en lo fatal encontraré la serenidad que siempre me irradió, a pesar de que siempre fué simplemente un ser como cualquier otro o lo fué sólo al momento de su muerte.
Dice el libro:

"Ser uno con el Tao es perdurar para siempre.
Alguien así estará seguro y completo
incluso tras la disolución de su cuerpo"

¿Qué tanto se acercó en vida al libro? No lo sé, pero la aproximación ya es una ganancia.





Confesión circunstancial.

Soy un ser de casualidades, de hechos a partir de instantes y de eventos dados por el azar o la fortuna, donde la fragilidad esta dada por la incertidumbre del destino.
Volteo encuentro una sonrisa y quedo prendado, el leve instante que cambia todo porque cambia una parte.
Las imágenes a futuro dejan de ser imprescindibles y el presente se vuelve circunstancial, mi destino no es del todo mío, paradojas de sus juegos, me encuentro vulnerado, afectado por las circunstancias.
No pasan unos minutos y me arrepiento de frases dichas apenas instantes antes, ya sea por su intrascendencia, por su estupidez o por su vacío.
Por que el ser también se construye de arrepentimientos, estar en el lugar y hora equivocados, pero como toda acción, también hay aciertos.
Dios ha dejado de tener importancia a partir de que devino en una figura distorsionada, el Diablo hace mucho que se retiro cansado y aburrido a beber un cóctel al bar de enfrente.
Empiezo esto no tanto por una decisión personal, su realización es fruto un tanto del azar, de un momento circunstancial alimentado un poco por el tedio. Aún así la decisión es mía, los impulsos vienen y se alimentan de muchas partes.
Así, hago un repaso del pasado, en un afán por comprenderme pero sin la intención de mejorarme, mejoro. Encuentro a un ser alimentado por la estupidez, propia y la de otros, río.
Existen fuerzas indescifrables que tranquilizan, en un re-encuentro espiritual tomo la carga que no es del todo mía y prosigo, ligero. El pesimismo continua, pero ahora fluye más irónico, más alegre.